Los precios de transferencia son los que se realizan las operaciones entre partes relacionadas, que  son personas o empresas relacionadas de tal forma que podría influir en las condiciones económicas en que se pactan las operaciones que efectúan entre ellas. Por ejemplo, en empresas familiares, los socios de una empresa con respecto a la propia empresa, las subsidiarias de una empresa en su relación con otras subsidiarias o con la tenedora. Hay muchos otros casos en que se configura la relación entre partes. Los precios, por su parte, incluyen el precio pactado en la operación, aunque incluyen también otras condiciones pactadas en la operación como puede ser el plazo de pago, las condiciones de entrega de los bienes o las garantías entre muchos otros. Los detonadores del valor son los siguientes:

• Las funciones efectuadas por cada una de las partes
• Los activos invertidos por cada una de ellas
• Los riesgos que asumen cada una de las partes.

Las empresas dedicadas a la manufactura pesada o a la construcción generalmente contemplan inversiones muy importantes en activos fijos; de forma similar o las empresas de arrendamiento. Las empresas con grandes inversiones de capital merecen una recompensa (precio) distinta a aquellas que no lo invierten. Los negocios tienen riesgos. A mayor riesgo, generalmente mayor premio (precio en este caso). Si la relación entre quienes participan de una operación influyera en los precios de la operación, esto podría provocar que las utilidades de una empresa o persona fluyeran hacia otra de forma artificial. Este flujo de utilidades tendría obvias consecuencias fiscales, también artificiales, es por esta razón que la elaboración de avalúos de forma independiente para determinar los valores de forma objetiva y sin la influencia de ninguna de las partes de los distintos activos que posee una empresa, es esencial para tomar decisiones adecuadas con respecto al negocio.